martes, 27 de octubre de 2009

El derrumbe de la difusión de la prensa estadounidense se acelera



La prensa en Estados Unidos se está desmoronando: los periódicos, afectados en su línea de flotación por una crisis global que no remite, han perdido en el último año un 10% de sus lectores habituales al vender casi 4 millones de periódicos menos al día.

Fuente: AFP (vía noticias google: http://www.google.com/hostednews/afp/article/ALeqM5jCa8k6UcqhfxDMrIaKziIyaaMBBQ)

Es habitual leer cada día en los periódicos buenos resultados de difusión y de ventas de oleada en oleada: los periódicos parecen siempre ganar, o por lo menos perder menos que sus competidores y las gráficas parecen estar en una eterna subida con algún descansillo, pero siempre picando hacia arriba.

La realidad de la prensa mundial parece ser la misma: las ventas de los periódicos siguen aumentando de una forma ahora más lenta pero segura: el negocio del papel impreso sigue engrasado y funcionando de una manera continua y con ganancias.

Ahora bien ¿es este crecimiento igual en todas las zonas del mundo? Por supuesto que no. Europa y Norteamérica están sufriendo una continua sangría de lectores que se ve muy compensada por el auge de los mercados en desarrollo. En países como India, China o Brasil los periódicos siguen teniendo tanta vigencia como hace décadas en los países más desarrollados y siguen siendo el principal transmisor de conocimientos para las clases medias, estrato en continuo crecimiento y en el que mantienen un gran índice de penetración, no superado aún por los nuevos medios que sí han visto masificado su uso en los países más ricos.

Es en los nuevos medios donde se encuentra la base del posible fracaso al que se ven abocados los periódicos americanos: la demanda de información en formato impreso es mucho menor. ¿Para qué mojar el dedo y pasar páginas pudiendo hacer “click” con el ratón y leer rápidamente una información ordenada y desglosada? Está claro que el uso de tiempo es mucho menor. La búsqueda o lectura de noticias en Internet es mucho más eficiente (siempre respecto al tiempo) que la compra de un periódico y la lectura detenida de éste. En un mundo donde la rapidez es el principal valor y se busca abarcar la mayor concentración de datos y cifras en el menor tiempo posible; la asimilación de la noticia y su lectura reposada está desapareciendo poco a poco: la rápida captación del dato para su uso frenético posterior ha ganado la partida.

La demanda de prensa escrita, por lo tanto, en estos países desarrollados entre los que se encuentra Estados Unidos está disminuyendo poco a poco y provocando a su vez en un efecto dominó el bajo número de empresas que están dispuestas a anunciarse en el periódico: el principal soporte (casi un 90%) de los ingresos de un periódico.

Si hay menos lectores habrá menos posibles clientes de las empresas anunciantes, y si estas empresas no obtienen el suficiente número de ellos para rentabilizar su inversión publicitaria no estarán dispuestas a pagar los mismos precios por sus espacios en los periódicos.

Así, los periódicos, por la aplicación de la oferta y la demanda, también se verán obligados a disminuir el coste del alquiler de sus módulos a las empresas y como consecuencia los ingresos por publicidad, principal sostén del periódico sólo bastarán para cubrir los gastos o, en el peor de los casos, serán deficitarios.

Este problema se ve fortalecido con la crisis, que hace que los anunciantes estén dispuestos a pagar aún un precio más bajo por sus espacios y en Estados Unidos, además, por unos precios de alquiler de módulos que se encontraban casi por los suelos, un tercio más barato que en Europa.

Es necesario también, para comprender el origen del problema, acudir a la situación de la prensa en los EE.UU antes de la llegada de los new media. La distribución de publicidad inscrita en la información era prácticamente coto de un grupo de grandes periódicos que podían manejar desde sus departamentos de gestión de publicidad un abanico muy estrecho y restrictivo de precios, que las empresas, necesitadas de los nuevos clientes que el desarrollo brindaba, pagaban religiosamente.

Posteriormente y con la llegada de los medios audiovisuales y más tarde aún de los interactivos el mercado de publicidad ligada a la información se abrió a nuevos horizontes para las empresas, que llegaban con un gasto mucho menor a un grupo de destinatarios proporcionalmente mucho mayor que el que conseguían en los periódicos.

Los editores de prensa se vieron obligados entonces a reducir el espacio destinado a la publicidad y las tarifas de ésta, dándose de bruces contra un modelo de gestión en el que la publicidad ya prevalecía sobre la información. No importaban mucho los contenidos, sino conseguir meter más anuncios con el menor coste de papel.

Hoy, el mercado de la comunicación está más fragmentado que nunca y el usuario puede llegar a la información de una manera, como se ha explicado antes, mucho más rápida pero menos exhaustiva. Los periódicos ante los nuevos medios interactivos como Internet tienen todas las de perder en este tipo de captación de información. Si ofrecen una información similar a la que se encontraría en la red de redes continuarán con las pérdidas provocadas por la disminución de clientes. Sin embargo, si cambian y giran hacia un modelo donde los datos y el análisis de lo mismo prevalezcan al ser leídos con calma físicamente, recuperarán el terreno perdido.


Fuentes:
http://www.233grados.com/blog/2009/10/periodicos-eeuu-circulacion-.html
http://www.innovation-mediaconsulting.com/media/473.pdf

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